Este tópico é um autentico delírio que me enlouquece... Obrigado PEK!
As cordilheiras do norte penínsular são de facto sublimes, no entanto têm tanto de belas como de odiosas, são estes autênticos monstros verticais que bloqueiam toda a precipitação na vertente norte e nada passa para sul... viu-se nos últimos anos... Galiza, Astúrias, Cantábria, León, Navarra, La Rioja... enterrada em neve e pra sul nada de nada...
Te entiendo perfectamente.
Yo, que he vivido muchos años en el entorno de Madrid, he sufrido eso mismo en mis propias carnes. Cuando la precipitación venía del noroeste teníamos 4 barreras montañosas de primer orden (Macizo Galaico, Cordillera Cantábrica, Montes de León y Sistema Central), si venía del norte 3 (Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico Norte y Sistema Central), si venía del noreste 2 (Pirineos (la más importante de todas) y Sistema Ibérico Central (permeable)), si venía del este 2 (Sistema Ibérico Sur Exterior y Sistema Ibérico Sur Interior) que son más bajas y algo de nieve dejaban pasar, etc. De forma que prácticamente sólo estábamos abiertos a las masas de precipitación del suroeste, y del suroeste no viene demasiado frío ni nieve...
Así es la Península, pero también hay que decir que gracias a esa distribución montañosa tenemos una variedad climática excepcional y sin parangón en toda Europa, con toda la biodiversidad que ello implica (la mayor del continente). Algo bueno tenía que tener
. Como se suele decir, un verdadero continente en miniatura, con un tercio norte ibérico que actualmente se encuentra junto con los Alpes como la zona con mayor superficie nevada de Europa (excluyendo Rusia y Escandinavia. Véase mapa), y una zona suroeste que poco o nada tiene que ver con esto. Y además no hablamos sólo de superficie nevada, sino de espesores de la capa de nieve realmente grandes prácticamente sin equivalentes en el resto del continente más allá de ciertas zonas alpinas (no todas, ojo). El "efecto lago" del Mar Cantábrico y el choque de las masas contra cadenas montañosas tan destacadas como las del norte ibérico tienen mucho que ver en todo esto. A cambio, más específicamente en el cuadrante noroccidental peninsular (Macizo Galaico, Montes de León, Cordillera Cantábrica y su entorno), esta influencia oceánica y la visita de masas de aire atlánticas templadas y húmedas perjudican la conservación del manto de nieve en comparación a los Pirineos y a los Alpes fundamentalmente, lugares en los que en general no nieva tanto ni tan salvajemente en este tipo de episodios (salvo excepciones y en según qué zonas y con según qué componentes), pero que conservan excepcionalmente bien la nieve, lo que permite que, poco a poco, se acumule episodio tras episodio.
Todo esto a grandes rasgos, claro, ya que hay múltiples lugares dentro de las grandes áreas citadas con importantes particularidades a tener en cuenta.